La Real, Noble y Piadosa Hermandad de Caballeros y Damas de San Fernando es una antiquísima corporación que quiere ser ejemplo de valores cristianos en la sociedad. Como parte subordinada de la Iglesia, con devoción mariana y siguiendo el ejemplo de entrega y justicia de Fernando III el Santo, nos esforzamos por ser fuente de amor por el prójimo y de caridad con los necesitados. Como católicos, tenemos la obligación de seguir el magisterio de la Santa Madre Iglesia y de su cabeza visible, Su Santidad el Papa. Elegimos seguir su misión social y dar un testimonio de Fe en nuestras vidas. Creemos en los valores católicos, en el derecho a la vida y en la familia, fundamento del desarrollo de toda persona.
La Hermandad cuenta con seis brazos:
- El Brazo Académico: Para miembros con méritos docentes o artísticos.
- El Brazo Eclesiástico: Para los miembros de la Iglesia de vida consagrada.
- El Brazo Militar: Para miembros de las Fuerzas Armadas y Guardia Civil (pulse aquí para más información).
- El Brazo Nobiliario: Para miembros de origen noble, títulos nobiliarios y nobleza de cargo de autoridades y personalidades del Reino.
- El Brazo Religioso: Para miembros de contrastada calidad y abnegación cristianas.
- El Brazo Diplomático: Para miembros de la Carrera.
Las personas interesadas en ingresar en la corporación suelen hacerlo a propuesta de un hermano o caballero al Alto Consejo. Vea aquí las normas de ingreso.
Real Hermandad
Su Majestad el Rey, Alfonso XIII, los Infantes y miembros de la Familia Real fueron congregantes y asiduos visitantes de la Iglesia del Sagrado Corazón de Sevilla, sede de la Real Congregación de los Caballeros de San Fernando, donde acudían a sus actos. Los diarios de visita de la Casa de la Compañía de Jesús recogen sus frecuentes visitas y su asistencia a los actos de la Real Corporación. No olvidemos que la Congregación tenía el título de Real por pertenecer el rey a la misma, así como varios infantes. En el diario de 23 de enero de 1927, se hace constar que los congregantes y los caballeros de la Inmaculada celebraron misa de comunión a las diez de la mañana. Este mismo día, S.M. Don Alfonso XIII recibió en el palacio de Capitanía al padre superior y al padre rector del Colegio Villacís. Los infantes oyeron misa en la Capilla de la Ánimas de la iglesia jesuita; la celebró el capellán de la Familia Real, el Excmo. y Rvdmo. Sr. don José Sebastián y Bandarán, quien aparece continuamente invitado en los actos que celebra la compañía para ocupar la cátedra sagrada. Bandarán será el gran impulsor del cambio de Real Congregación a Real Hermandad de Caballeros de San Fernando. Como queda dicho, era Capellán Honorario de S.M. y el capellán real, así como preceptor de S.A.R. Don Carlos de Borbón y Orleans, congregante asiduo a los actos de la corporación. También era miembro de la Junta de Gobierno de la Congregación, el Excmo. Sr. Don José Cubiles, gentilhombre de S. M. y coronel de Infantería, muy vinculado a la Casa Real y al Infante don Carlos.
En los tres siguientes años, sólo hay dos actos a los que asisten los miembros de la Familia Real; el primero, los ejercicios para caballeros del 29 de febrero de 1929 ; el segundo, el 8 de marzo de 1931 , unos ejercicios y comunión de todas las congregaciones en una magna misa que se celebró en la parroquia del Salvador. Ese mismo día, por la noche, se dio una conferencia a los militares. Faltaba menos de un mes para la proclamación de la República, con la quema de iglesias y persecución religiosa. El 28 de junio de 1925 tiene lugar la solemne salida procesional del Sagrado Corazón; a la misma asistieron el alcalde y el coronel Cubiles en representación del Infante y del gobernador militar. Después de la Guerra Civil, miembros de la Casa Real continúan asistiendo a los actos de la Congregación. Entre el 3 y el 5 de marzo de 1944, los congregantes realizaron unos ejercicios espirituales para militares, hubo una gran concurrencia y asistieron el infante don Carlos de Orleans y los infantes don Carlos y don Alfonso.
Vigencia social
¿Qué vigencia tiene una corporación como la nuestra hoy día en la sociedad? ¿Cuál es su función? La respuesta está ser ejemplo de virtudes y buenas noticias para la sociedad a la que servimos con devoción y humildad. Con la inspiración de San Fernando que fue un esforzado cristiano en los tiempos más turbulentos. En sus estatutos, los fines de la Real Hermandad y dan vigencia a cuanto propugnamos. Bajo el patronazgo del Santo Rey queremos ser faro de virtudes y caridad cristiana; profesamos amor a una España unida, honrando su historia, que es rica y diversa; defendemos el bien común y la protección de los que más lo necesitan. Honramos a la Iglesia y las instituciones públicas en el marco de libertades constitucionales que todos nos hemos dado.
La cultura es el medio para lograr una sociedad más cultivada y mejor articulada. El conocimiento es fuente del avance en toda disciplina y remedio seguro contra la ignorancia y la intolerancia que amenazan la sociedad y degradan algunas de sus capas. Mediante la difusión de las ciencias y las artes, que confieren una sólida preparación académica, debemos ayudar al bien común.
Nuestros valores han de estar presente permanentemente en la vida de casa uno de nuestros hermanos, tanto en su individualidad como persona que realiza un trabajo diario en ámbitos reducidos: casa, trabajo, amigos; como colegiadamente dentro de la corporación.
Por las propias características de la Real Hermandad, que aprecia como valores fundamentales la vocación cristiana, el mérito, la superación y la excelencia, son pocos los llamados a ingresar en ella. Nos esforzamos por ser personas ejemplares en cualesquiera de los ámbitos sociales que nos toca vivir. Ello incrementan el estímulo de ser de dama o caballero de San Fernando.