«La nobleza de origen militar viene dada por el derecho e incluso la costumbre».

El teniente de hermano mayor de la Hermandad de Caballeros de San Fernando, el Excmo. Sr. D. Fernando de Artacho y Pérez-Blazquez,  impartió ayer en Sevilla, la conferencia «La Milicia como Fuente de Nobleza» en la sede del Campus Internacional para la Seguridad y la Defensa (CISDE). El encuentro fue organizado por la Asociación ARES de Reservistas Españoles, al darse la circunstancia de que Fernando de Artacho es también capitán del Ejército de Tierra (RV) además de presidente de la Academia Andaluza de la Historia, entre otras muchos méritos y distinciones.

El conferenciante hizo una exposición de aquellas circunstancias en las que hechos de armas; el ingreso en los ejércitos como cadetes o alcanzar diferentes empleos ha sido fuente de nobleza a lo largo de la historia. Como ejemplos destacó el hecho de alcanzar el grado de capitán o servir en diferentes circunstancias en tiempo de guerra, así como en unidades especializadas. Fernando de Artacho desmontó también muchos mitos de la historiografía moderna, como considerar la hidalguía como una nobleza menor, cuando es al contrario es un tipo de nobleza que requiere tres generaciones y que puede ser de muchos siglos de antigüedad. También denunció la tendencia de confundir a la llamada «alta nobleza» más distinguida o acaudalada, con la nobleza notoria (más importante y de mayor prelación). El conferenciante aportó muchos ejemplos de nobles de los más distinguidos linajes que eran pobres de solemnidad.

Fernando de Artacho también explicó que el derecho nobiliario o derecho premial, es una disciplina muy desconocida, incluso para eminentes historiadores actuales, que suelen caer en simplificaciones o errores como los antes descritos. A la conferencia acudió tanto personal civil como mandos militares, que se mostraron muy interesados por la materia. En un coloquio posterior, surgió la pregunta de si la fuente de nobleza, más que de los ejércitos proviene del Rey, a lo que Artacho respondió que desde hace siglos los monarcas no han intervenido necesariamente en el nombramiento de dichos nobles, ya que éstos alcanzaban tal condición de forma automática al darse circunstancias específicas: «Los apellidos nobles con origen en la milicia, están basados en el derecho e incluso la costumbre». Y puso como ejemplo de acceso a la nobleza por servicio de armas en la frontera con la España musulmana o estar destinado en unidades específicas de ingenieros con el empleo de cabo. Artacho también expuso que en tiempos pretéritos, obtener la condición de noble o demostrar hidalguía era algo económicamente muy rentable porque la nobleza estaba exenta del pago de impuestos. También explicó que en algunas épocas hasta el 15% de los habitantes eran nobles o hidalgos. La mayor proporción de población noble, en comparación con otros países de Europa, defiende Artacho, tiene precisamente su origen en la gran cantidad de hechos de armas que propició el Imperio Español, lo que viene a constatar la tesis defendida durante la conferencia.

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